Sin embargo, diversos indicadores muestran que este escenario podría no ser tan optimista como se esperaba. A continuación, analizaremos la evolución reciente de los ingresos, expectativas y gasto de los hogares, y extraeremos algunas conclusiones clave.
Desaceleración del consumo privado: Aunque el consumo privado tuvo un crecimiento del 6% en 2022, se desaceleró hacia el final del año. En el último trimestre, el gasto de los hogares se estancó, lo que indica una posible pérdida de impulso en el consumo.
Deterioro de los indicadores de avance: Aunque se observó una leve aceleración de las ventas en el primer trimestre de 2023, los indicadores adelantados muestran un deterioro para el segundo trimestre. El índice de difusión esperado de las ventas disminuyó, lo que indica una menor actividad comercial en los próximos meses.
Retroceso en la venta de automóviles: A pesar de un crecimiento favorable en las ventas de automóviles en 2022, esta tendencia se revirtió en los primeros meses de 2023. Las ventas disminuyeron, lo que sugiere una menor disposición de los consumidores a adquirir bienes durables.
Recuperación de la masa salarial: Aunque la economía muestra señales de desaceleración, la masa salarial ha seguido recuperándose gracias al aumento de los salarios reales y una estabilidad en la cantidad de ocupados. Sin embargo, la propuesta de pautas salariales del gobierno será determinante para mantener esta recuperación sin afectar el empleo.
Retroceso en las expectativas de las familias: A pesar de mejoras recientes en algunas propensiones al consumo, los índices agregados de expectativas de las familias han retrocedido en las últimas mediciones. Las condiciones económicas de corto plazo y la seguridad en el empleo se mantienen en niveles reducidos, lo que podría limitar la confianza de los trabajadores y restringir aún más la demanda retail.
En conclusión, aunque se esperaba que el consumo familiar fuera el motor de la demanda en Uruguay durante 2023, los indicadores actuales sugieren un panorama menos favorable. El estancamiento del gasto de los hogares, el deterioro de los indicadores de avance y el retroceso en las expectativas de las familias plantean desafíos para el crecimiento del consumo. A pesar de la recuperación de la masa salarial, es necesario encontrar un equilibrio para no afectar el empleo. En este contexto, es crucial que las empresas y los profesionales del marketing se adapten a las nuevas circunstancias y desarrollen estrategias creativas para atraer y retener a un público familiar de 40 años o más en Uruguay.
Fuente: https://www.elpais.com.uy/economia-y-mercado/ingresos-expectativas-y-gasto-de-los-hogares